viernes, 30 de agosto de 2013

El dulce amor del pasado

Una de las mejores sensaciones de la vida  es encontrarse con un ex, mejor que encontrarse un billete de  cinco lukas en el bolsillo, mejor que comer todo el fin de semana y perder peso después de una diarrea fulminante, no sé, piense en su placer más grande y luego en esa sensación que tuvo al encontrarse a un mino del pasado que no veía hace años y que la dejó un buen tiempo convencida de que era el amor de su vida.

Está ese ex que le cagó la vida, que la dejó por otra mina y ahora usted está tan estupenda que reconoce en él ese pensamiento del perro arrepentido "lo que me perdí", uff casi un orgasmo, el plato frío y dulce de la venganza.

Pero está también el otro ex. Ese que se fue por una serie de eventos desafortunados y aunque ninguno de los dos querían, tuvieron que separarse para mantener ese equilibrio maldito de las razones. Y después de varios años, de relaciones cortas o largas, de matrimonio, hijos, no sé. Después de harta agua bajo el puente se lo encuentra de una, y tiene esa misma sensación del primer beso, pajaritos cantando o fuego entre las piernas. Algo en usted la devuelve al pasado y ambos en una conversación infinita reconocen esa esencia  antes olvidada de ser los mismos de siempre.Recuerda porqué marcó tanto en su vida, la sonrisa inocente, los silencios cómplices, esa química rica de dos personas diferentes que comparten recuerdos felices y que ahora por una vuelta cósmica de las fuerzas sobrenaturales se encuentran...tiene que haber una razón en eso, no va a hacer simple casualidad que lo trae a su camino.
Pero fin de la historia. De repente en esa nube de inmadurez aparece la realidad. Las razones de ahora o las mismas de siempre que les impiden cualquier intento de remember, él estará en otra y usted también y las posibilidades de volver a encontrarse puede que también sean remotas.
Hay muy pocas posibilidades que ese encuentro sea el inicio de esa relación que se perdieron antes, porque según la frase cursi de las abuelitas estaban "destinados a ser". La mayoría termina en una noche de calientes recuerdos o simplemente lo dejan pasar por las mismas razones de antes, por la rutinaria cuadrada y sensata situación actual, por el miedo a convertir los recuerdos en un mal sexo o cuestionarse las malas jugadas del karma.

Dejamos que siga siendo ese amor del pasado sólo un bonito recuerdo, al final en verdad ya no son los mismos, usted tiene varios kilos de más, él un poco menos de pelo y varias dolorosas cicatrices que los volvieron temerosos. Además todos sabemos que las segundas partes nunca son buenas, que plato repetido aburre y todas esa sabiduría popular. ¿Y qué pasaría si ese amor del pasado nunca fue un pololi? ¿si se quedaron con las ganas porque uno de los dos estaba con una bruja/pastel? Y ahora-si suenan cortinas de trompetas atrás-ahora él está solo y usted está sola sin ataos que resolver, madurito y listo para jugársela, ¿quién podría retroceder y arrancar?. Bueno si el hombre en cuestión se ve un poco guatónpatánpelaoflaitepsicópata, le aconsejo agachar la cabeza, fingir demencia o cambiarse el nombre y decir que la confundió con otra, huya por favor.



 

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