sábado, 3 de agosto de 2013

El rompe catres

Hoy quisiera mencionar a un especimen de esos que uno no sabe si quiere o no quiere topárselos en la vida, posiblemente la fuente de inspiración de la advertencia en los vasos de café: "Cuidado producto caliente". Y usted amiga sabe de quien hablo. No me niegue que con el título no se le vino a la mente un nombre.

Hablo de este macho macho, lo ve y eriza todos sus pelos, su respiración se vuelve  entrecortada e inundada completamente de pura testosterona. Se le secó la boca y cerca del ombligo el calor es insoportable. Sucede que ese hombre aparece y usted no sabe que tomar para que se le pasen las ganas de tirarlo contra la pared y saciar su sed.

Un compañero de trabajo, el profesor de la universidad, su vecino, ese tipo rico que no tiene nombre, pero se le agrietan los labios de tanto deseo, cierra los ojos y no puede imaginárselo con más ropa que un par de sushis sobre el cuerpo, de todas las formas posibles siempre termina desnudo en sus pensamientos.

Y aunque no sea mino y jamás pensaría que fuera el padre de sus hijos, tiene bastante material para escribir varios libretos de película porno sobre ustedes juntos. Porque es rudo el tipo, tiene unas manos grandes grandes, unos brazos suficientemente enormes para asfixiarla y romperle un par de costillas y esto aunque increíblemente bruto la hace desearlo aún más.

Este macho alfa no es un metro sexual, no necesita producción. Le basta una ducha fría y el olor a hombre que engatusa a la más asexuada chiquilla que quiera resistirse, y eso, su extrema sencillez, su hasta inteligencia inaparente o que más bien hemos omitido porque le gana su espíritu de macho a todas las demás virtudes, lo vuelve el peligro de cualquier elástico de calzón.

Puede que esta peligrosa mezcla nos haga retroceder y hasta huir. No sólo se arranca amiga porque le da miedo terminar en alguna posta explicando después las penosas circunstancias de sus heridas de guerra, o por que tenga que estar martillando después y reforzando la cama. Dicen por ahí, me gusta, pero me asusta. Porque este hombre la descuadra, la enloquece, pierde la seguridad, se vuelve infinitamente vulnerable y eso a cualquier mina aunque la seduce de lejos, indudablemente la hace retroceder por miedo. Y decidimos  decide mantenerlo en sus fantasías, porque aunque se le ha insinuado él un montón de veces y le sigue dando tanto calor cuando se acerca, prefiere con una sonrisa hacerse la desentendida.

A veces sucede algo distinto. Sobre la marcha va descubriendo que este lolito sencillo  que la conquistó por tierno termina siendo un rompe catres que la mantiene en la mejor de las dietas que existe y que contando las horas del día, usted descubrió que las pasa en su mayoría en la cama y no precisamente durmiendo.

Bueno como es mi blog y me inspiró un bello recuerdo,  este post está dedicado a mi rompe catres preferido. Pena porque no funcionó, pero quizás fue para mejor, después tendría que estar en la Teletón. Y aunque se fue puede estar seguro que fue el mejor. Que pena por él que no pudo saberlo, pero que pena por mi que tuve que recuperarme de otras heridas más dolorosas que un par de moretones suyos.

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